Así, el informe indica que en 2010 se contabilizaron 889 parques eólicos, un 6,6% más que en el ejercicio anterior, todos ellos con una potencia instalada de 20.676 megavatios, un 7,9% más que en 2009.
En cuanto a la energía solar fotovoltaica, afirma que el potencial de crecimiento del negocio se ha visto limitado por los cambios en el marco legislativo, puesto que el pasado año el crecimiento de este tipo de energía se cifró en un 10,7%, con 13 instalaciones que contaban con una potencia total instalada de 532 megavatios.
Por todo ello, el estudio señala que el negocio de generación de energía eólica presenta una alta concentración, reuniendo los diez primeros operadores el 71% de la potencia instalada en 2010. Por el contrario, el segmento de energía solar se caracteriza por su atomización, existiendo numerosas pequeñas instalaciones y contando las diez primeras empresas con una cuota de potencia conjunta de únicamente el 23%.
También indica que el volumen vendido de energía eólica se situó en 42.642 gigavatios hora (GWh) en 2010, con un incremento del 14,7% respecto al año anterior, mientras que el segmento de energía solar fotovoltaica registró en 2010 un total de 6.279 GWh, cifra un 5,7% superior a la del año anterior. Destaca, en cambio, el crecimiento de la energía solar termoeléctrica, cuyo volumen vendido aumentó un 570%, hasta 691 GWh.
PREVISIONES.
Por su parte, el informe estima que la potencia eólica acumulada experimentará un incremento de cerca del 8% en el año 2011, hasta unos 22.350 megavatios. Asimismo, apunta que para 2012 se podría alcanzar una cifra próxima a los 24.050 megavatios.
Además, prevé que la potencia nueva instalada de energía solar fotovoltaica oscilará previsiblemente entre los 450 y 500 megavatios anuales, limitada por las restricciones normativas. Por su parte, afirma que la energía solar termoeléctrica podría alcanzar los 1.130 megavatios en diciembre de 2011, y situarse alrededor los 1.500 megavatios al término del año 2012.
Por último, señala que la disminución del atractivo del mercado español y el potencial de crecimiento que presentan algunos mercados exteriores, seguirán favoreciendo a corto y medio plazo la internacionalización de las empresas nacionales, tanto en el sector eólico como solar.
