Una de las tecnologías más prometedoras en la búsqueda de abaratar la producción de energía solar está siendo estudiada por científicos de la universidad de Toronto (Canadá). Y, además, se espera que dicha reducción en el costo mantiene una eficiencia razonable en las células fotovoltaicas.
Estudios publicados recientemente han probado que el níquel –un material de bajo costo- puede reemplazar el uso del oro en ciertos componentes de las células fotovoltaicas. Esta modificación de materias primas reduciría el precio de las células entre un 40 y 80%.
A través de la aplicación de la nanotecnología, se ha logrado que pueda aprovecharse la totalidad del espectro de luz solar (luz visible y luz infrarroja) en la producción de energía. Esto mejora el rendimiento de las células solares basadas en componentes de siliconas, ya que parte de ese espectro de luz no es aprovechado con ese tipo de tecnologías. El equipo de científicos ha alcanzado en las pruebas iniciales un aumento de efectividad del 5 por ciento, y esperan llegar al 10 por ciento antes del lanzamiento comercial de esta nueva tecnología.
Los prometedores resultados que acaban de publicarse fueron parte de un proceso de investigación arduo. Según relatan algunos miembros del equipo de investigación de la Universidad de Toronto, su hipótesis inicial de que el níquel podía servir para este tipo de procesos falló en principio. El material del níquel bloqueaba el flujo normal de corriente, pero luego dilucidaron que la incorporación de un nanómetro de fluoruro de litio creaba una barrera que bloqueaba la reacción original, llegando al resultado esperado.
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Estudios publicados recientemente han probado que el níquel –un material de bajo costo- puede reemplazar el uso del oro en ciertos componentes de las células fotovoltaicas. Esta modificación de materias primas reduciría el precio de las células entre un 40 y 80%.
A través de la aplicación de la nanotecnología, se ha logrado que pueda aprovecharse la totalidad del espectro de luz solar (luz visible y luz infrarroja) en la producción de energía. Esto mejora el rendimiento de las células solares basadas en componentes de siliconas, ya que parte de ese espectro de luz no es aprovechado con ese tipo de tecnologías. El equipo de científicos ha alcanzado en las pruebas iniciales un aumento de efectividad del 5 por ciento, y esperan llegar al 10 por ciento antes del lanzamiento comercial de esta nueva tecnología.
Los prometedores resultados que acaban de publicarse fueron parte de un proceso de investigación arduo. Según relatan algunos miembros del equipo de investigación de la Universidad de Toronto, su hipótesis inicial de que el níquel podía servir para este tipo de procesos falló en principio. El material del níquel bloqueaba el flujo normal de corriente, pero luego dilucidaron que la incorporación de un nanómetro de fluoruro de litio creaba una barrera que bloqueaba la reacción original, llegando al resultado esperado.
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