Este uniforme está siendo desarrollado en The Engineering and Physical Research Sciences Center ubicado en Gran Bretaña. En ese lugar se está trabajando en un nuevo tipo de tela que usa células fotovoltaícas, dipositivos termoeléctricos y unas ligeras baterias, para que tanto el sol como el portador provean todo el tiempo de energía. Y como el uniforme absorbe el calor incluso podría funcionar como camuflaje ya que haría a los portadores menos susceptibles a ser detectados por cámaras infrarrojas.
La energía recogida por los uniformes puede ser utlizada para que funcionen radios, GPS y armas. La ventaja es que el soldado cargará menos peso de batería al que actualmente soporta. Al reducir el peso del equipo que carga un soldado se gana velocidad en desplazamiento, lo cual, en teoría, lo hace más eficáz.
Una tecnología que sin lugar a duda está inspirada en todo el sol que hay en Afganistán e Irak.
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