El material clave a partir del que se investigan estas células fotovoltaicas es el silicio amorfo, que es aquel que carece de estructura cristalina. Es la primera vez que se desarrolla la aplicación de células de energía solar sobre acero, en un proyecto en el que participan importantes socios industriales. Según explicó Armando Menéndez, «la idea final es conseguir la integración arquitectónica de los dispositivos fotovoltaicos». Es decir, que un techo tipo «uralita», de acero, cumpla a la vez funciones de célula de captación de energía solar. «Nuestra misión es obtener un prototipo, luego las empresas decidirán si es viable o no», añadió el investigador.
En el departamento de nanomateriales trabajan doce personas. Los usos de este tipo de investigación están destinados a áreas tan diferentes como las prótesis o los materiales aeroespaciales. Este trabajo sobre células fotovoltaicas cuenta con un equipo de seis investigadores, y tiene un presupuesto de un millón de euros (y otro millón más para otras derivaciones posibles del proyecto). El trabajo comenzó en septiembre de 2007, aunque se tardó prácticamente un año en tener el laboratorio en condiciones para iniciar una investigación que continuará hasta diciembre de 2010. Las energías renovables son uno de los pilares de la investigación en la Fundación ITMA, en las vertientes solar y eólica.
vía>>
25/7/09
El ITMA desarrolla en Avilés células solares integradas en materiales de construcción
