El Gobierno francés redujo drásticamente las tarifas de compra de la electricidad producida por las placas solares fotovoltaicas con la intención de atajar la explosión de demandas de nuevos proyectos en los últimos meses, en los que veía riesgos de una burbuja especulativa.
El Ministerio francés de Ecología justificó el recorte de las tarifas subvencionadas porque en noviembre y diciembre había recibido "un alud de demandas (...) para proyectos no siempre legítimos", que en el último mes de 2009 sumaban 20.000, en una declaración publicada hoy por "Le Monde".
En concreto, muchos de ellos correspondían a edificios nuevos cuyo uso futuro no está muy claro, que "estaban sobredimensionados" y que "parecían no tener otra razón de ser que aprovecharse de la súper tarifa", según el Ministerio.
Para hacer frente a ese fenómeno, la nueva parrilla de precios establece una reducción de casi el 30% para las placas en edificios de uso agrícola, ganadero, logístico o comercial, a los que se pagará 50 céntimos de euro por kilovatio hora si son instalaciones antiguas y 42 céntimos si son nuevos.
El precio será de 58 céntimos de euro (en lugar de 60 hasta ahora) para los particulares que tienen placas en el tejado de sus domicilios, los centros sanitarios o de enseñanza construidos desde al menos hace dos años.
Para los propietarios de los conocidos como huertos solares, se les abonará 31,4 céntimos de euros por kilovatio hora (32 hasta ahora), aunque en las regiones con poco sol se añadirá una prima (hasta 37,68 céntimos) para favorecer las instalaciones y evitar que se concentren en el sur.
El decreto gubernamental publicado ayer también establece reglas de cara al futuro: por una parte las tarifas se reducirán a un ritmo del 10% anual a partir de 2012, y al valor que resulte sólo se indexará con la inflación en un 20% (un 40% hasta ahora).
Pero la medida más claramente dirigida contra la incipiente especulación es que se han anulado todos los proyectos presentados desde el pasado 1 de noviembre, que tendrán que iniciar su tramitación y atenerse a las nuevas condiciones.
Teniendo en cuenta que la compañía eléctrica estatal EDF vende el kilovatio hora a sus abonados a 10 céntimos de euro, el sistema de primas a la energía solar obliga a repercutir la diferencia a los consumidores.
De acuerdo con los cálculos del Ejecutivo, aceptar las demandas al ritmo al que llegaban últimamente habría significado un sobre-coste de unos 2.200 millones de euros anuales en una veintena de años, con un coste medio de la factura del 10%.
También habría significado que la potencia foto-voltaica en Francia hubiera sido a los 5.400 megavatios este año, con una decena de años de anticipación sobre el objetivo inicial. EFECOM
15/1/10
Francia reduce las tarifas de energía solar para evitar la especulacion
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