6/2/11

Disociación de dióxido de carbono e hidrógeno, utilizando radiación solar concentrada como fuente energética de alta temperatura

Un grupo de investigadores, codirigido por un uruguayo, consiguió transformar energía solar en combustible de una forma estable, eficiente y rápida. La innovación fue publicada en la revista Science.
Desde hace décadas, científicos se plantean cómo conseguir que la energía solar, un recurso vasto pero desigualmente distribuido, pueda ser almacenada y transportada a sitios poblados. Eso ha motivado la búsqueda de recetas para transformarla en combustible líquido como la gasolina que es usada en automóviles y aviones.
Uno de esos investigadores es el uruguayo Aldo Steinfeld (1960), ingeniero aeronáutico del Technion (Israel), doctorado por la Universidad de Minesota (Estados Unidos) y actualmente profesor del ETH Zurich (Instituto Tecnológico Federal de Suiza) y director del Laboratorio de Energía Solar en el Instituto Paul Scherrer (Suiza).
Steinfeld investiga el campo de los combustibles solares desde hace más de 15 años. Los últimos dos años se dedicó "intensamente" al desarrollo del prototipo de reactor solar, cuenta a El País. Lo hizo junto al profesor Sossina Haile, del Instituto Tecnológico de California (Caltech) y cinco estudiantes de postgrado.
"La idea básica es un ciclo termoquímico para la disociación de dióxido de carbono e hidrógeno, utilizando radiación solar concentrada como fuente energética de alta temperatura en el proceso", dice.
En términos más sencillos, eso implica conseguir gasolina con agua, dióxido de carbono y luz solar. Es por eso que el desarrollo fue comparado a nivel científico con el proceso que efectúan las plantas.
Uno de los especialistas que marcó esta similitud fue el argentino Rodrigo Herrera Vargas, quien destacó que la energía generada por paneles solares fotovoltaicos puede ser consumida de forma directa o acumulada con baterías. "No existe, al momento, otra opción viable. Sin embargo, hace unos días, un equipo de científicos de Caltech, ETH Zürich, y el Instituto Paul Scherrer crearon un prototipo de reactor solar que permite transformar directamente la energía solar en combustible a través de un proceso que consta de dos etapas, y presenta similitudes con los procesos naturales que ocurren en las plantas", escribió en el portal de la "La Nación".
De todos modos, Steinfeld señala que, además de que ambos utilizan agua, dióxido de carbono y luz solar para producir combustible limpio en un ciclo cerrado, "no hay muchas más similitudes" entre ellos. "El proceso de las plantas es la fotosíntesis a temperatura ambiental. Nuestro proceso es termoquímico a altas temperaturas (por encima de 1.500°C) con el potencial de alcanzar una alta eficiencia de conversión de energía solar al valor calorífico del combustible", señala.
El equipo logró una conversión solar a combustible con una eficiencia energética del 0,8%. Ahora los investigadores plantean mejorarla y optimizar la tecnología del reactor. La meta: aumentar la escala para utilizarla en torres solares, que ya son aplicadas en la generación de electricidad.



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