El clima mediterráneo ofrece una de las oportunidades de negocio más boyantes de los últimos años. Con más de trescientos días de sol al año y 2.950 horas con la presencia del astro rey garantizada, la Comunidad se ha convertido en el principal productor español de energía solar fotovoltaica.
El horario de verano ha entrado en vigor esta madrugada y facilitará una hora más de negocio a una actividad productiva en auge. De hecho, la potencia instalada 65.000 kilowatios, se ha multiplicado por sesenta en los últimos años, mientras que en el conjunto estatal lo ha hecho «sólo» por quince.
La región concentra el 17% de esta energía limpia, renovable e infinita, a pesar de que concentra únicamente el 5% del territorio español.
Por su parte, la provincia de Alicante posee el mayor ratio de potencia instalada por kilómetro cuadrado de todo el país.
No obstante, más allá de la ayuda que proporciona un clima tan benigno, el espíritu emprendedor valenciano ha impulsado un tejido económico compuesto por más de trescientas empresas instaladoras, ingenierías y consultoras especializadas que en apenas cinco años han generado 2.500 nuevos puestos de trabajo.
Además, las compañías Atersa, Siliken y Eurener cuentan con plantas de producción de módulos en Catarroja, Rafelbuñol y Bigastro.
La Comunidad dispone, según datos de la Conselleria de Infraestructuras, de 1.359 instalaciones en cubierta, así como otras 384 situadas sobre suelo. Entre éstas últimas destaca la planta de Beneixama, en la provincia de Alicante. Con 20.000 kilowatios se trata de la mayor del mundo.
En el caso de las cubiertas, empresas de diferentes sectores productivos han aprovechado sus instalaciones para generar electricidad a través del sol. Se trata de los casos de Jover Textil (Cocentaina), Importaco (Beniparrell) y Cofedal (Alicante). La primera es la mayor planta de España de sus características.
El negocio está asegurado. De hecho, la electricidad generada en estas centrales fotovoltaicas es vertida a la red y vendida a las compañías eléctricas. Éstas tienen la obligación legal de comprar toda la energía que se produzca mediante fuentes renovables, como el caso de la fotovoltaica.
Además, las empresas distribuidoras deben pagar por ella un precio alrededor de tres veces superior al habitual. Esta situación explica la expansión de la potencia instalada, ya que la inversión necesaria se amortiza en pocos años.
Ante esta coyuntura, la Conselleria de Infraestructuras prevé que en septiembre de este mismo año la potencia instalada alcance los 100.000 kilowatios de potencia, mientras que para 2010 se calcula superar los 250.000.
Para ello, proliferarán nuevos huertos solares en suelo (Jacarilla, Monóvar, Villena, Onda, Morella, Coves de Vinromà, Catí, Culla, Cabanes, Losa del Obispo, Tuéjar, Jarafuel, Utiel y Requena, hasta un total de veinte localidades), así como instalaciones sobre cubiertas de naves industriales, otra de las modalidades al alza, que en la actualidad representa el 48% de la potencia instalada..
A pesar de tratarse de una negocio relativamente joven -en el año 2003 su presencia en la región era prácticamente testimonial-, las pymes que operan en el sector han obtenido una alta rentabilidad en el último año, con una facturación que, de acuerdo con estimaciones extraoficiales, alcanza los 250 millones de euros anuales.
vía
30/3/08
El negocio de la energía solar se multiplica por 60 en cuatro años
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