La sigla CSP viene del inglés "Concentrated Solar Power" o Energía Solar Concentrada. Es una fuente de energía alternativa que utiliza sal (NaCl) en estado líquido para mantener una turbina funcionamiento en aquellos horarios en donde el Sol desaparece.
Según un estudio realizado por grupos ambientalistas y de energía solar, las plantas CSP podrían alimentar el 25% de la demanda mundial de energía para el año 2050. Esta tecnología especialmente diseñada para las áreas desérticas del planeta, podría crear cientos de miles de puestos de trabajo e impedir que millones de toneladas de dióxido de carbono entren a la atmósfera, el principal gas de efecto invernadero causante del calentamiento global.
La tecnología CSP utiliza miles de espejos para enfocar la luz en un punto donde hay agua. El agua se calienta y se transforma en vapor haciendo girar una turbina que es la responsable de generar la electricidad.
Es diferente al sistema de paneles solares fotovoltaicos que transforman la energía solar directamente en electricidad a través del efecto fotoeléctrico lo que requiere la fabricación de paneles mucho más sofisticados y costosos. Sin embargo, estos últimos tienen la ventaja de generar electricidad hasta en días nublados aunque sea en menor cantidad.
En cambio las plantas con concentradores solares necesitan de días completamente soleados y por lo tanto son especiales para zonas desérticas donde las nubes son prácticamente inexistentes
Al final del 2008 la capacidad de plantas CSP a nivel mundial era de 430MW y la inversión estimada para el 2009 es de 2000 millones de euros, según Greenpeace.
España lidera el uso de esta tecnología CSP en el mundo. Más de 50 proyectos han sido aprobados por el Gobierno y para el 2015 se estima que estarán generando más de 2GW. Las compañías españolas aparte exportan la tecnología a todo el mundo.