El nuevo windsor con fachada fotovoltaica

El nuevo Windsor no sólo despuntará en altura. También lo hará como ejemplo de edificio eficiente y con visos de sostenibilidad. ¿Cómo? Incorporando en su fachada un módulo curvo de paneles solares fotovoltaicos que le permitirá generar energía eléctrica limpia tanto para las oficinas como para el centro comercial. «La potencia solar fotovoltaica instalada será de 50 kilovatios pico (kWp), por lo que se cubre toda la demanda marcada en el Código Técnico de la Edificación», explican los autores del proyecto.

«El uso de la energía fotovoltaica en un edificio como este es muy positivo, principalmente como ejemplo a seguir», afirma Tomás Díaz, portavoz de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), quien aclara que «la generación de esta energía “verde” está lejos de convertir al Windsor II en un edificio autosuficiente, ya que la potencia dispuesta equivale al consumo anual de unos 15 hogares, cifra muy baja que refleja que la fotovoltaica sólo es una ayuda en el conjunto del edificio, y no la fuente principal».
Con el objetivo de integrar al máximo los paneles solares en la fachada del edificio y potenciar sus posibilidades compositivas, se han proyectado dos zonas distintas para la situación de las placas. En el frente oeste se instalarán, a modo de un gran muro cortina, 173 paneles de 21 centímetros de largo por 12 de ancho con una potencia estimada de 49.436 vatios. «Esta área tendrá forma de gran arco y aparecerá rematada en un parámetro volumétrico a tres caras que marcará la esquina del edificio», apuntan los arquitectos.

Por su parte, en la fachada suroeste, de forma cilíndrica, se instalarán 800 paneles de 20 centímetros cuadrados cada uno con una potencia estimada global de 9.376 vatios. «En esta zona las placas se introducen a modo de coronas horizontales, como si fueran unas viseras o parasoles, a razón de dos coronas por cada planta», concretan los artífices de la obra.

Pero, aunque la estética salga ganando con esta distribución, la rentabilidad de la energía solar queda menguada, «ya que orientada de este modo tendrá menos rendimiento que si estuviera en la posición óptima, es decir, mirando al sur», aclara Díaz, quien añade que, «la ubicación de los paneles pone de manifiesto que el empleo de las fuentes renovables se ha condicionado al diseño, y no al revés».
De nuevo en el interior del edificio, el «Windsor II» presumirá de la última tecnología en favor de la eficiencia y el ahorro energético. Por ejemplo, contará con un sistema de iluminación dotado de gestión integral y focos de bajo consumo con regulación electrónica digital que supondrá un ahorro energético medio estimado del 37 por ciento respecto a un dispositivo tradicional.

Sin olvidar los mecanismos que paran las escaleras mecánicas cuando no son utilizadas. «Para el aire acondicionado, por su parte, se emplearán climatizadores “free-cooling” hidráulicos con los que enfriamos el aire y el agua de manera “gratuita” siempre y cuando las condiciones exteriores lo permitan. Este sistema permitirá un ahorro de energía de más del 60 por ciento», detallan los diseñadores. Y como ya es habitual en los centros comerciales de la firma española, el futuro edificio contará con sistemas de separación y reciclaje de residuos de papel, envases, neumáticos, aparatos electrónicos y aceites orgánicos, facilitando con ello la labor de reciclaje a los clientes.

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