El barco solar que la firma mallorquina Seacleaner Trawler tiene en Guadalest (Alicante) ha transportado durante sus dos meses de funcionamiento unos 4.000 pasajeros, quienes por cinco euros pueden realizar un viaje de 50 minutos por el embalse de Guadalest.
"Tras pagar los sueldos de los empleados, con el dinero restante procedente de los paseos se financian investigaciones en energía solar en el Centro Tecnológico Solar (CTS)", entidad que la compañía tiene en Palma de Mallorca, según ha explicado a EFE el director adjunto de la empresa, Juan Carlos Ortuño.
"Toda la ingeniería es española" ha destacado Ortuño, quien ha expuesto que su empresa es "la única del mundo capaz de transportar pasajeros en embarcaciones desarrollando toda la potencia con energía solar".
La iniciativa de poner en funcionamiento una embarcación solar en el embalse de Guadalest comenzó hace tres años con "un estudio de viabilidad del proyecto", tras las experiencias acumuladas por la empresa con la puesta en marcha de dos barcos solares anteriores, uno en Palma de Mallorca, el más antiguo, y otro en el Parque del Retiro de Madrid.
"La nave de Guadalest es, por así decirlo, el buque insignia de la compañía", ha indicado Ortuño, quien ha explicado que se trata de una embarcación de "última generación" a la que se le ha mejorado la "potencia de desarrollo y la flotabilidad del barco", además de "optimizar el consumo energético".
La embarcación obtiene la energía suficiente para desplazarse a través de 16 placas solares, ocho por banda, situadas en el techo del buque y que alimentan a su vez a 24 baterías de gel, que pueden proporcionar una autonomía de funcionamiento de 150 horas "en caso de no tener luz".
A modo de ejemplo, en un día soleado del mes de mayo, las placas solares pueden absorber 1.300 vatios de energía, mientras que el consumo del buque en movimiento es de unos 1.200 vatios y cuyo excedente energético va directamente a las baterías, las cuales suelen poseer una capacidad de entre el 92 y el 99 por ciento, por lo que el barco "es totalmente autónomo".
Asimismo, los dos motores eléctricos gastarían unos 500 vatios por motor, que harían marchar la nave a unos dos nudos y medio, tres nudos de medio, "que es la marcha ideal para este tipo de embarcaciones", aunque se podría llegar "hasta los 8 nudos".
Los motores propulsan la nave, que es capaz de transportar en sus dos metros de eslora por cuatro de manga "60 pasajeros sentados", aunque "tiene capacidad para acoger mucha más gente".
A modo de equivalencia, Ortuño ha explicado que "en casa se utilizan unos 800 vatios para calentar un vaso de leche en el microondas durante un minuto y medio aproximadamente, con lo que con 200 vatios menos estamos moviendo el barco, la tercera parte del consumo de un secador de pelo doméstico".
Este barco, que posee dos quillas y pesa ocho toneladas, es un catamarán y está construido de tal manera que lo hace "insumergible", ha explicado el director adjunto, quien ha añadido que "si el buque se partiera por la mitad, cada parte navegaría por su lado".
Además, "en 20 ó 25 años de vida útil de este barco, dejaremos de consumir un millón de litros de gasóleo" y, por tanto, "de lanzar a la atmósfera el dióxido de carbono (CO2) que produciría su combustión".
Por otro lado, para Ortuño, el futuro de la energía solar pasa por "una revolución a nivel de placas" con el cambio de las de bases de sílice actuales a otras de diferentes materiales, "como ocurrió con los ordenadores que pasaron de tener manzanas de calles a procesadores muy pequeños".
Además, en el Centro Tecnológico Solar de la empresa están estudiando prototipos de pequeñas embarcaciones solares que se puedan mantener en alta mar y que, mediante comunicación vía satélite, den información para prever oscilaciones marítimas.
26/5/09
El barco solar de Guadalest transporta 4.000 turistas en sólo dos meses
Etiquetas:
noticias