La Rioja produjo en 2008 algo más del doble de la energía que consumió, y también cumplió de forma muy holgada con los parámetros de producción de energía renovable que marca la Unión Europea. Éstas dos son las principales conclusiones del balance energético que presentó ayer el director general de Industria del Gobierno riojano, Florencio Nicolás. La región mantiene así el saldo positivo de producción respecto a consumo, que inició en el año 2005, coincidiendo con la puesta en marcha de la central de ciclo combinado.
Según los datos de Nicolás, la comunidad produjo el pasado ejercicio un total de 4.797 gigawatios de energía, mientras que consumió sólo 2.100 gigawatios. Esto ofrece un saldo positivo de 2.697 gigawatios y hace que «La Rioja sea aportadora de energía al resto de España, que en conjunto es un país deficitario en este aspecto», precisó el dirigente, que no dispone de los datos de beneficio económico de dicha aportación. Asimismo de los 4.797 gigawatios producidos, un total de 1.083 fueron generados por distintas fuentes de energía renovable.
En este sentido, cabe recordar que la Directiva Europea establece para España el objetivo de que en 2010 el 29,4% del consumo total de electricidad sea generado por fuentes renovables.
Ateniéndonos a este porcentaje, correspondería en el caso riojano el año pasado, a 617 gigawatios de los 2.100 consumidos. Y teniendo en cuenta que la producción riojana de energías renovables ascendió a los 1.083 gigawatios, Nicolás concluyó que la aportación de la comunidad «asciende al 51,57%, superando muy ampliamente el ratio fijado por Europa».
Fuentes renovables
Siguiendo con el balance del Gobierno regional, en la Comunidad la energía renovable procede fundamentalmente del aire. El 88% del total producido en 2008 procede de fuentes eólicas, seguido, a mucha distancia, de las fuentes hidráulicas, que produjeron el 10,2%. El 1,6% restante se lo repartieron la producción por biomasa y la energía solar.
En este último apartado, cabe mencionar también la puesta en funcionamiento el año pasado de 372 nuevas placas fotovoltaicas. Sumadas a las 113 que ya existían, hacen un total de 485. Con ellas, se ha pasado de una potencia total de 5,2 gigawatios que había en 2007, a los 76,93 gigawatios actuales. Sin embargo, tal y como especificó Nicolás, «el impacto productivo en la estadística no se percibe aún porque entraron en funcionamiento a finales del ejercicio».
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