El Instituto de Automática es un paraíso robótico rodeado de mucha vegetación. Pudiera parecer una paradoja, sin embargo, en este centro se investiga sobre energías renovables. Y es que la Casa Oikos "se nutre de la energía del sol para mantener la vivienda aclimatada", explica Domingo Guinea. El mecanismo es sencillo: el edificio acumula en el subsuelo frío del invierno para el verano, y calor del verano para el invierno.
La energía solar es la clave. "Una vivienda en España necesita 100 kilovatios/hora por metro cuadrado y año (según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía). En esa misma superficie, la cubierta del edificio recibe 1.700 kilovatios de radiación solar", afirma Guinea Díaz. Es decir, diecisiete veces más de lo que necesita.
ECONOMÍA DOMÉSTICA
Durante los tres meses que ha durado la Expo de Zaragoza 2008, los visitantes han podido pasar y disfrutar de esta casa. Una casa cuya temperatura es similar a las de los pueblos o bodegas. Sin embargo, su contenido es totalmente didáctico. "En la Expo no se ha transmitido bien la importancia real de esta construcción", apunta el científico.
Su finalidad: "que tanto el público como los políticos se den cuenta de que las tecnologías que aplicamos no son del futuro, sino del presente", indica el investigador. Esta instalación no es una utopía, sino que es factible, y su coste no es tan significativo: "la tecnología actual permite la autosuficiencia energética de un edificio a un coste de producción muy bajo, incluso abaratando la construcción actual", señala Guinea.
Con el sistema fotovoltaico aplicado a las viviendas, los propietarios se olvidarían de pagar la factura de la electricidad. Si el sistema no se extiende es porque "no es rentable para las empresas".
La crisis económica va ligada a la crisis energética. "Hasta hace apenas dos siglos, la población humana se calentaba con leña. El combustible ha supuesto para el hombre algo más que calor y potencia", explica, ya que la demanda de energía crece con la población y con la exigencia de bienestar del individuo. "La disponibilidad de combustible ha llegado al máximo y las reservas anuncian un final no lejano", dice Domingo.
UNA PARED TÉRMICA CON CUATRO PIELES
Los muros de Oikos están construidos por cuatro pieles. Las dos exteriores, tanto la que da a la calle como al interior de la casa, son conductoras. Las dos interiores son aislantes. "La piel externa recoge el frío o el calor de la calle y lo almacena en el subsuelo en simples tubos", explica Guinea Díaz. Desde el CSIC trabajan en la búsqueda de soluciones eficaces para los problemas de la sociedad. "Ahora estamos trabajando en el proyecto INVISO (Industrialización de la Vivienda Sostenible)", adelanta Guinea.
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25/9/08
"La radiación solar es la clave actual para el ahorro de energía"
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