30/5/08

Solar Valley consigue brillar con fuerza desde una tierra nublada


Alemania lidera la producción mundial de células fotovoltaicas desde un paraje lleno de minas de carbón abandonadas.

El grupo germano Q-Cells, que se convirtió el año pasado en el mayor fabricante de células solares fotovoltaicas del mundo tras superar a la norteamericana Sharp, es el principal inquilino de Solar Valley, una floreciente zona del este de Alemania plagada de startups solares. Gracias a su agresiva irrupción en el ámbito de las energías renovables, el nublado país teutón lidera la carrera global para explotar la luz del sol. Aproximadamente la mitad de las instalaciones de sistemas fotovoltaicos del mundo están allí ubicadas. Además, es el tercer mayor productor de células y módulos solares, por detrás de China y Japón.

Un ascenso fulgurante propiciado por un gran número de incentivos gubernamentales que ahora se ven amenazados. Los empresarios del sector advierten: si se suprimen las ayudas (unos 120.000 millones de euros para 2015), el país perderá posiciones, como les ha ocurrido a Estados Unidos y Japón. Antón Milner, presidente ejecutivo de Q-Cells, va aún más allá: si se adoptan las propuestas del partido de la canciller Ángela Merkel, “se matará a la industria”, afirma.


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