Antes de fin de año, han logrado arrancar al Ministerio de Industria el compromiso de que, una vez que se reanuden las sesiones parlamentarias en 2009, tras el parón navideño, el Gobierno tramitará un decreto ley para dotar de aval del Estado las emisiones de deuda que sirven para cubrir el denominado déficit de tarifa, que se genera en el sistema eléctrico porque los ingresos están por debajo de los costes.
El aval será un aguinaldo que, puesto en términos monetarios, supondrá una inyección al sistema eléctrico de 7.000 millones de euros. Se alivia así una situación que, en plena crisis de liquidez internacional, se había vuelto angustiosa para las compañías. El déficit de tarifa ha terminado abriendo un boquete de dimensiones récord en los balances de las compañías. Hasta este año, ese déficit de tarifa se financiaba con préstamos bancarios relativamente fáciles de obtener en los mercados. Pero la crisis de liquidez hizo que este año, la Comisión Nacional de Energía (CNE), encargada de buscar los créditos, tuviera cada vez menos éxito. En septiembre declaró desierta una subasta para colocar 3.800 millones.
El gran problema del sector es que, hasta que la CNE no logra liquidez para cubrir el déficit de tarifa, las eléctricas lo tienen que soportar como deuda en su balance, en forma de derechos pendientes de cobro. El año 2008 ha sido el peor de todos los tiempos en esa perversa dinámica. En los nueve primeros meses, Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa y HC Energía (antigua Hidrocantábrico), tenían contabilizados derechos de cobro por valor de 7.132 millones de euros, un 74,4% más que hasta septiembre de 2007. Como parte de una negociación global para subir las tarifas eléctricas, y acabar con el denominado déficit de tarifa, las grandes eléctricas habían extremado en los últimos meses sus peticiones ante Industria pidiendo que la financiación de ese déficit tuviera “una garantía del Reino de España”. Es decir, que fuera como deuda pública.
Es la única forma, en las condiciones actuales de falta de liquidez en el mercado bancario, de lograr préstamos a buen precio para cubrir ese déficit, cuyo peso empezaba a hacer crujir el armazón financiero de las compañías. Si bien las grandes eléctricas tienen flujos de caja importantes y un tamaño de balance que les permite aguantar sequías de liquidez relativamente fuertes, el hecho de tener que estar financiando los derechos de cobro del déficit podría empezar a drenar otros flujos, como el destinado a las inversiones.
Las inversiones del sector en España han crecido en 2008 un 8,1%, hasta 7.100 millones. Es la misma cantidad que las eléctricas tienen pendientes de cobro por el déficit. Tras el decreto, quedará por definir cuándo, y de cuánto, será la próxima subasta de la CNE, que también había pedido más garantías estatales para el déficit. Previsiblemente, será no antes de marzo.
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31/12/08
El Estado tapará el agujero del déficit eléctrico
