Vilanova i la Geltrú (Garraf) quiere fomentar el desarrollo de las energías renovables, en concreto la solar. Para ello, el Ayuntamiento de la localidad acaba de presentar un proyecto en el que lo más significativo es la fórmula utilizada, ya que se trata de ceder suelo municipal para que se instale un parque de energía solar fotovoltaica. La instalación tendrá capacidad para producir un megavatio y será gestionada por una empresa privada.
En comparación con el potencial de una central nuclear, la cifra que se puede conseguir en Vilanova es simbólica, pero cuando entre en funcionamiento será una de las centrales solares mayores de Cataluña. Actualmente ya hay algunas experiencias de parques solares impulsados por administraciones locales, como el inaugurado hace apenas tres meses en el municipio de Mediona (Alt Penedès).
La concejal de Medio Ambiente de la capital del Garraf, Iolanda Sánchez (ICV), asegura que la localidad pretende ser pionera en facilitar el camino a las empresas privadas que quieran participar en proyectos de energías renovables.
El "modelo Vilanova", como lo define Sánchez, consiste en ceder terreno municipal durante un periodo para que inversores privados levanten en él una infraestructura para generar electricidad con energías renovables.
En el caso de Vilanova i la Geltrú, el gobierno municipal tiene previsto seleccionar en otoño, mediante un concurso público, la empresa a la que se cederá un terreno rústico de una hectárea de titularidad municipal para instalar las placas solares, producir electricidad y venderla a la red general, como cualquier otro operador.
La cesión del terreno se ha establecido por concesión de 25 a 30 años. El solar donde se situará el parque es una finca situada en la periferia de Vilanova, en la zona conocida como el Coll d'en Ferran y delimitada por la carretera C-15 y la autopista C-32.
Hasta hace 20 años, esos terrenos se utilizaban como vertedero, lo que hasta ahora condicionaba también los usos que se le podían dar. El ejecutivo local considera por ello que la ubicación de una central solar es una muy buena opción para darle un uso medioambiental. Poner en marcha el parque se necesitará una inversión de alrededor de seis millones de euros.
Con la central de un megavatio que impulsa Vilanova -el consumo medio de una vivienda es de cinco kilovatios al año- se puede evitar la emisión de 465 toneladas de CO2 al año.
A cambio de la cesión, el consistorio cobrará un canon fijo y otro variable en función de la producción del parque solar, aunque tampoco se descartan otras fórmulas de compensación. Una de ellas podría ser, por ejemplo, el mantenimiento del alumbrado público de la ciudad.
De todos modos, la concejal de Medio Ambiente apunta que el beneficio económico que puede obtener el Ayuntamiento no es lo más importante, sino que lo que se busca es dar "un sentido divulgativo" y liderar un proyecto de energías renovables desde una administración local.
En comparación con el potencial de una central nuclear, la cifra que se puede conseguir en Vilanova es simbólica, pero cuando entre en funcionamiento será una de las centrales solares mayores de Cataluña. Actualmente ya hay algunas experiencias de parques solares impulsados por administraciones locales, como el inaugurado hace apenas tres meses en el municipio de Mediona (Alt Penedès).
La concejal de Medio Ambiente de la capital del Garraf, Iolanda Sánchez (ICV), asegura que la localidad pretende ser pionera en facilitar el camino a las empresas privadas que quieran participar en proyectos de energías renovables.
El "modelo Vilanova", como lo define Sánchez, consiste en ceder terreno municipal durante un periodo para que inversores privados levanten en él una infraestructura para generar electricidad con energías renovables.
En el caso de Vilanova i la Geltrú, el gobierno municipal tiene previsto seleccionar en otoño, mediante un concurso público, la empresa a la que se cederá un terreno rústico de una hectárea de titularidad municipal para instalar las placas solares, producir electricidad y venderla a la red general, como cualquier otro operador.
La cesión del terreno se ha establecido por concesión de 25 a 30 años. El solar donde se situará el parque es una finca situada en la periferia de Vilanova, en la zona conocida como el Coll d'en Ferran y delimitada por la carretera C-15 y la autopista C-32.
Hasta hace 20 años, esos terrenos se utilizaban como vertedero, lo que hasta ahora condicionaba también los usos que se le podían dar. El ejecutivo local considera por ello que la ubicación de una central solar es una muy buena opción para darle un uso medioambiental. Poner en marcha el parque se necesitará una inversión de alrededor de seis millones de euros.
Con la central de un megavatio que impulsa Vilanova -el consumo medio de una vivienda es de cinco kilovatios al año- se puede evitar la emisión de 465 toneladas de CO2 al año.
A cambio de la cesión, el consistorio cobrará un canon fijo y otro variable en función de la producción del parque solar, aunque tampoco se descartan otras fórmulas de compensación. Una de ellas podría ser, por ejemplo, el mantenimiento del alumbrado público de la ciudad.
De todos modos, la concejal de Medio Ambiente apunta que el beneficio económico que puede obtener el Ayuntamiento no es lo más importante, sino que lo que se busca es dar "un sentido divulgativo" y liderar un proyecto de energías renovables desde una administración local.
