5/2/09

EL Parlamento Europeo pide que los países industrializados recorten un 80% sus emisiones de aquí a 2050

El Parlamento Europeo pidió hoy que los países industrializados recorten entre un 25% y un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 y al menos un 80% para 2050 en comparación con 1990 para combatir el cambio climático. Además, los eurodiputados abogan por crear asociaciones de energía solar con países del Mediterráneo y un objetivo de energía neta cero en los edificios de viviendas nuevos para 2015 y en los edificios públicos para 2020.
Estas recomendaciones aparecen en el informe final de la comisión temporal de la Eurocámara sobre cambio climático, que ha trabajado durante casi dos años. Los parlamentarios manifiestan su preocupación por el hecho de que el cambio climático "es más rápido y más grave por sus efectos adversos de lo que se pensaba" y pide a la Comisión que evalúe "si el objetivo comunitario de (limitar el aumento de la temperatura de la tierra a" 2ºC sigue cumpliendo la finalidad de evitar un cambio climático peligroso".
El Parlamento, que aprobó el texto con 570 votos a favor, 78 en contra y 24 abstenciones, subraya la necesidad de "no capitular ante la complejidad del problema del cambio climático y de reaccionar con determinación visionaria". Además, propone integrar el calentamiento global y el consiguiente cambio climático como nuevos parámetros de todas las políticas y destaca la importancia de aplicar medidas educativas para acabar con este problema, de forma que los ciudadanos participen activamente en el proceso.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, destacó que el informe "reconoce explícitamente que la crisis económica y financiera no es razón para posponer la acción contra el cambio climático". "Un aplazamiento sólo haría que después resultase más difícil y más caro reducir las emisiones. En cambio, debemos ver el estímulo que nuestras economías necesitan ahora como una oportunidad para acelerar la inversión en las industrias con baja emisión de carbono y los empleos 'ecológicos' del mañana", destacó.
Dimas recordó que la UE ya ha dado ejemplo al implantar medidas para reducir sus emisiones en un 20% de aquí a 2020 y al comprometerse a incrementar esta reducción al 30% si los demás países desarrollados asumen compromisos de reducción semejantes en la cumbre que se celebrará en diciembre en Copenhague.
El texto de la Eurocámara expone una serie de medidas concretas de lucha contra el cambio climático que, según los eurodiputados, deberían aplicarse en ámbitos como la energía, los biocarburantes, la eficiencia energética, la movilidad, la logística, el turismo, el almacenamiento de carbón, la agricultura, la protección del suelo, la gestión del agua, los bosques, la pesca o la salud.
Entre ellas destacan la aprobación de un objetivo vinculante del 20% de eficiencia energética para 2020, así como objetivos intermedios concretos de reducción; la creación de asociaciones de energía solar con terceros países del ámbito Mediterráneo, con el objetivo de producir energía solar y transferirla a la UE; o un objetivo de energía neta cero en los edificios de viviendas nuevos para 2015 y en los edificios públicos para 2020.
La Eurocámara recomienda además crear una comunidad europea de la energía renovable; desarrollar tecnologías de transporte respetuosas con el medio ambiente, como el hidrógeno, la electricidad, las pilas de combustible, las tecnologías híbridas o los biocombustibles avanzados; fijar objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura; constituir un fondo europeo del clima y/o de fondos análogos en los Estados miembros; y crear una superred a escala de la UE que sea accesible a todos los tipos de proveedores de electricidad.
Asimismo, el informe apuesta por educar a los ciudadanos y proporcionarles incentivos para reducir las emisiones de modo asequible, por ejemplo, mediante el desarrollo de información sobre el contenido de carbono de los productos y servicios; y realizar auditorías energéticas gratuitas en los Estados miembros para permitir a los ciudadanos reducir su consumo de energía y sus emisiones.