15/2/09

Un dispositivo acoplado a turbinas eólicas marinas aprovecha la energía de las olas

Un dispositivo de energía undimotriz y que puede ser acoplado a turbinas eólicas instaladas en el mar ha pasado sus primeras pruebas y está muy cerca de ser comercializado.

Se llama Wave Treader, tiene capacidad para producir 500 kw de energía y ha sido desarrollado por la empresa británica Green Ocean Energy. Su peculiaridad es que está diseñado para acoplarse a turbinas eólicas instaladas en el mar, añadiendo más potencia energética y optimizando los costes, ya que ambas infraestructuras usarían el mismo cableado y se podrían mantener al unísono.

“Nos hemos basado en toda nuestra experiencia en el sector energético para desarrollar esta tecnología”, comentaba George Smith, uno de los inventores, en un comunicado. “Ahora mismo estamos mirando un poco más allá para ver este dispositivo incorporado a parques eólicos instalados en el mar”.

Wave Trader está pensado para ser instalado 2 ó 3 millas mar adentro. La tecnología se compone de unos estabilizadores flotantes que van montados al final de unos brazos delante y detrás de la columna de la turbina. Además, unos cilindros hidráulicos están acoplados entre los brazos y una estructura que sirve como punto de contacto. Mientras las olas pasan a través del dispositivo, los estabilizadores flotantes y los brazos suben y bajan, golpeando los cilindros, lo que pone en marcha los motores hidráulicos y los generadores eléctricos.

Misma infraestructura

Una de las grandes ventajas de este dispositivo es que exporta la electricidad a la red usando el mismo cable que la turbina de viento a la que está acoplado.

Según Green Ocean Energy, estarán preparados para instalarse en lo que han llamado “Tercera Ronda” de turbinas eólicas instaladas en el mar. Se trata de una iniciativa de la Corona británica que consiste en “alquilar” zonas marinas para la instalación de parques eólicos. En el marco de esta Tercera Ronda tienen previsto generar 25 GW de energía en 2020.

A diferencia de rondas anteriores, los parques eólicos de la tercera serán más grandes y estarán más alejados de la costa.

El Reino Unido está apostando con fuerza por la energía obtenida del mar. Así, según anunciaba la BBC hace unos meses, partes del lecho marino de Escocia van a ser alquilados a las empresas que quieran generar este tipo de energía.

Se calcula que una cuarta parte del potencial de energía marina en Europa se encuentra en el lecho marino que rodea la costa escocesa.

Los técnicos de Green Ocean Energy consideran que su tecnología es más viable comercialmente si se montan al mismo tiempo que las turbinas, ya que de este modo el riesgo técnico es mucho menor.
La historia de Wave Treader no es nueva. Nace como una continuación de otro generador undimotriz llamado “Ocean Treader”, que tenía un diseño muy parecido pero, que en lugar de estar fijado a la turbina, flotaba suelto por el mar.

Dispositivo hermano

Ocean Treader, que también tiene una capacidad de 500 kW, será probado en el mar y en condiciones reales también en 2011, si la empresa lograr reunir los fondos para seguir con esta investigación.

Está pensado para ser instalado al norte del Océano Atlántico. Según sus creadores, un parque de Ocean Treader, que tiene una vida útil de 25 años, tendría capacidad para generar 43 MW de energía por kilómetro cuadrado de océano.

La empresa Prospect Flow Solutions está involucrada en el estudio de viabilidad de Wave Trader. Se ocupa de los análisis necesarios para determinar su estos dispositivos se pueden acoplar a una turbina eólica en el mar de manera efectiva.

Prospect examina el efecto que la instalación Wave Treader tendría sobre las estructuras de la turbina en términos de vida operativa y fiabilidad.

Los primeros análisis han puesto de manifiesto que la nueva tecnología puede ser adosada a las turbinas sin que haya que incrementar la capacidad estructural de los cimientos de éstas.

“Wave Treader es un prueba de que es posible obtener más ganancias de la energía del mar sin incrementar mucho los costes en infraestructura”, recuerda Kevan Stokes, que es principal ingeniero de Prospect.