22/2/09

La Generalitat se opone a la planta solar de los monjes de Poblet


¿Un conjunto histórico-artístico puede tener una planta solar para producir electricidad? Este es el sugerente debate que ha lanzado la comunidad de monjes de Poblet, que ha visto rechazado por la Generalitat su proyecto para producir electricidad de origen solar. Los monjes habían presentado un proyecto para levantar la planta fotovoltaica en el parking del monasterio, pero la junta rectora del paraje natural de Poblet -el organismo de la Generalitat encargado de conservar este enclave- lo ha desestimado.
Los monjes se han visto sorprendidos por el informe desfavorable a la planta solar que habían promovido. El dictamen de la junta rectora - adscrita al Departament de Medi Ambient-considera que las instalaciones solares previstas "rompen la armonía del paisaje" y desfiguran las perspectivas del monasterio. El prior del monasterio, Lluc Torcal, en cambio, ha dado a conocer sus opiniones en un texto al que ha tenido acceso este diario. En él, señala que las leyes invocadas para conservar el paraje natural de Poblet se elaboraron antes de que se conociera la gravedad del cambio climático y cuando aún no existía ni el protocolo de Kioto ni la necesidad de producir energía limpia para mitigar el calentamiento del planeta.

El informe de la junta rectora del paraje de Poblet lleva fecha del 30 de abril del 2008, pero su contenido ha sido conocido por los monjes este mes. La referida junta rectora está integrada por diversos representantes institucionales de la Generalitat y de los municipios de Vimbodí-Poblet y l´Espluga; y, tras conocer el proyecto del monasterio, encargó un estudio a una comisión técnica para analizar si se avenía a las leyes de conservación de enclave.

El informe de la junta rectora rechaza la planta solar porque "no mejora el aspecto visual del actual parking, sino que todavía lo agrava más". También arguye que se sitúa en un espacio "declarado conjunto-histórico artístico" y que las leyes del paraje natural de Poblet (1984) y la de patrimonio cultural catalán (1993) prohíben "cualquier tipo de nueva edificación"; sólo se permiten obras de reforma o modificación que no aumenten el volumen edificado. Otra objeción es que la ley sólo consiente cubiertas de terraza y techos inclinados que sean de teja "árabe de cerámica".

En el documento escrito por el prior Lluc Torcal, este expone, en cambio, opiniones diferentes. Señala que el proyecto de planta solar está perfectamente integrada en el relieve del parking, de forma que la afectación sobre la armonía del paisaje sería mínima. Aduce que la planta solar sería invisible para la mayoría de los visitantes, por lo que ni limita el campo visual ni desvirtúa las perspectivas, y que su aspecto podría mejorar con la incorporación de hileras de árboles autóctonos (dispuestos de manera que no hagan sombra sobre los paneles, claro). Además, al ser una pérgola, daría sombra a los coches aparcados en verano y les ahorraría aire acondicionado.

El prior argumenta también que el proyecto de parque fotovoltaico no es ninguna edificación, que no aumenta el volumen edificado y que sólo ocupa una parte del parking existente. Pero para Lluc Torcal lo más relevante es que cuando se aprobaron las leyes de protección del paraje natural de Poblet no había parques fotovoltaicos ni existía la conciencia social de que hay que generar energía limpia para mitigar el calentamiento del planeta.

En otro punto, el prior expone que la generación de electricidad de origen solar reduce el consumo de energía obtenida con combustibles fósiles y evita emisiones al aire. Igualmente, apunta que España está muy lejos de cumplir con el protocolo de Kioto, y que los equipamientos situados en los espacios naturales protegidos deberán dar ejemplo de coherencia ambiental. De hecho, la instalación solar promovida por los monjes se inscribe dentro del proceso de "reconversión ecológica" del monasterio que incluye otras mejoras, una instalación solar térmica (para calentar agua caliente) y el uso de energía geotérmica (aprovechar la temperatura del subsuelo).

Mientras, el delegado de Medi Ambient en Tarragona, Josep Lluís Pau - presidente de la junta rectora del paraje de Poblet-dijo que el diálogo sigue abierto, y que volverán a ser analizados los obstáculos que bloquean el proyecto (urbanísticos y los referidos a un espacio catalogado como bien cultural, lo que compete al Ayuntamiento y al Departament de Cultura). En cambio, "no hay contraindicaciones ambientales, ni ninguna especie o planta afectada", dijo. El diálogo está abierto. Y una de las virtudes es la perseverancia.

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