En un mundo que cada vez usa más electricidad pero pretende gastar menos recursos, quizás la solución habría que buscarla fuera. Más en concreto, en la órbita terrestre, donde la noche o las nubes no ocultan los rayos de Sol, y éstos llegan rebosantes de energía. La misma que tanta falta nos hace.
Un panel solar gigante de un kilómetro de ancho, por ejemplo, podría recoger en un año tanta energía como la que guardan todas las reservas de petróleo que quedan en el planeta. El proyecto sería más que faraónico, pero el resultado merecería la pena. De hecho, el Pentágono ya ha mostrado interés en la idea.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos encargó la pasada primavera a más de 170 especialistas que estudiaran la viabilidad de un sistema capaz de enviar energía desde el espacio a tropas desplegadas en cualquier lugar del globo, las cuales podrían recibir la electricidad que necesitan con un equipo portátil de antenas y convertidores.
Pero los expertos que revisaron la propuesta han ido incluso más allá, y recomiendan a Estados Unidos que se tome muy en serio la posibilidad de construir paneles solares orbitales a gran escala. En ellos podría hallarse la solución, o al menos parte de ella, para reducir la dependencia del petróleo y combatir el cambio climático a lo largo del siglo.
"La viabilidad técnica del concepto nunca ha sido mejor y todos los factores científicos y tecnológicos parecen indicar que existe un potencial creíble para la SBSP [siglas en inglés de Energía Solar Basada en el Espacio]", indica el informe encargado por el Pentágono, el cual fue elaborado tras más de cinco meses de trabajo a través de una página web que conectaba a decenas de científicos, juristas y empresarios de todo el mundo.
En todo caso, y pese a que los militares han dado el primer paso, si el proyecto llegara a realizarse es muy probable que cayera en manos de la NASA, quizás en colaboración con multitud de empresas y organismos. De hecho, también en Europa hay científicos que apuestan por esta idea.
Elevado coste
Dado el inmenso coste que tendría llevarla a cabo, quizás acabe convirtiéndose en un proyecto multilateral, ante el cual la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) parecería un juego de niños. Para Leopold Summerer, de la Agencia Espacial Europea (ESA), este sueño podría empezar a cumplirse de aquí a 20 años, según acaba de declarar a la BBC.
Además, la propuesta ha despertado en Estados Unidos el entusiasmo de los lobbies espaciales, la mayor parte de los cuales no suelen ser partidarios de las iniciativas gubernamentales. En este caso, sin embargo, la idea ha impulsado la creación de la Alianza Solar Espacial para la Energía del Futuro (SSAFE), en la que participan 13 grupos de partidarios de la exploración espacial.
La energía solar espacial, que ya se debatió originalmente en la década de los 60, en plena efervescencia de la carrera espacial, vuelve así a estar sobre el tapete. Y no sin motivo, ya que es ahora cuando necesitamos nuevas soluciones energéticas: desde aquella década en que el hombre pisó la Luna e imaginó viajar a las estrellas, se han multiplicado tanto el precio del petróleo y la demanda eléctrica como la cantidad de gases de efecto invernadero que flotan en nuestra atmósfera.
No obstante, el principal escollo para obtener energía en el espacio continúa siendo el mismo que hace décadas: colocar en órbita el material necesario es muy caro. De acuerdo con el ex especialista de la NASA John Mankins, un panel para probar la tecnología podría costar hasta 1.000 millones de dólares, según informa la revista digital Space.com. Y una estación para abastecer un campamento militar valdría 10 veces más.
vía
27/12/07
EEUU impulsa un proyecto para obtener energía de paneles solares en el espacio
Etiquetas:
noticias