5/12/07

"Luz verde" holandesa para nómadas chinos

Las montañas y desiertos de la provincia más grande de China, Xinjiang, en el noroeste del país, han sido desde siempre dominios de los nómadas. Su manera de vivir apenas ha cambiado en los últimos siglos. Sin embargo, esta semana se firmó un proyecto de cinco años llamado Silk Road Solar, en el que participan la petrolera Shell y una compañía china. Con ayuda de capital holandés para el desarrollo, decenas de miles de nómadas kazajos y uigures tendrán acceso a luz eléctrica y a la televisión.

Machud espera sonriente a la entrada de su modesta cabaña de madera. "Bienvenidos a mi casa", dice. Casa es un nombre relativo, considerando que éste es su lugar de residencia sólo durante el invierno. En el verano, Machud, su mujer y sus hijos parten hacia las montañas, en busca de pasturas para su rebaño de ovejas. Ahora que ha comenzado el gélido invierno, la familia pasa gran parte del día dentro de la cabaña, cerca de la vaporosa tetera y la tradicional estufa redonda. Durante estos meses, el sol asoma tarde y los días son de corta duración, pero para Machud y su familia esto ya no representa un problema. Desde hace tres años utilizan un sistema móvil de energía solar, cuya batería se carga durante el día y les ofrece algunas horas de electricidad.

Velas
"Nos ha cambiado mucho la vida", dice Machud: "Antes utilizábamos velas y lámparas de aceite, ahora tenemos dos bombillas colgadas del techo. Por las noches mi mujer puede bordar mientras escuchamos la radio o miramos televisión". La familia gusta especialmente de los dibujos animados. Por otra parte, la fuente de electricidad es fácil de transportar en los viajes de verano. Los paneles plegables y los aparatos y cables correspondientes, más las dos bombillas, han sido especialmente diseñados para los desplazamientos de los nómadas.

Machud pagó 500 yuan por el sistema eléctrico. Al cambio serían unos 50 euros, o mejor dicho dos ovejas y media. Machud lo considera un precio razonable. Este precio tan bajo se debe a los fuertes subsidios que recibe el proyecto. En el mercado normal, habría tenido que pagar por lo menos 300 euros. Los 14 millones de euros aportado por Holanda redujeron el precio del set de energía a 90 euros. Los gobiernos locales chinos han aportado el resto para llegar al precio que pagó Machud.

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