Es viernes. Más de 40 grados. Una expedición de Extremadura llega por primera vez a Boutilimit, una de las poblaciones más importantes de Mauritania, situada en el África Subsahariana.
A su llegada, dos jóvenes discuten por un trozo de chocolate español. La suciedad de las calles contrasta con la limpieza de los hogares. En los rostros de los niños se nota la huella del calor, de la sequía, del hambre y de la pobreza. En esta población no hay electricidad. La mayoría de las calles son de tierra. Los vecinos conviven por las calles con cabras famélicas. También se puede ver algún camello. La vía principal está asfaltada.
A uno y otro lado de esta calzada, está situado el mercado, que no se parece en nada al de un país desarrollado. La carne, el pescado y la fruta soportan cada día las altas temperaturas del Sahara. Junto a las tiendas pasan numerosos carros tirados por burros y dirigidos por niños. En esta calle no faltan los Mercedes, el vehículo más utilizado en Mauritana. Más alla de esta población de más de 35.000 habitantes está el desierto, la nada.
Estas condiciones contrastan con la esperanza y la ilusión del gobierno de gobierno local para progresar, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Así son las condiciones con las que se encuentra la expedición extremeña de la ONG Alianza de Solidaridad Extremeña (ASE), con sede en la población cacereña de Aldeacentenera. Durante unos días, ha conocido la realidad de esta población y HOY ha sido testigo de ello.
El presidente de la ONG y alcalde del municipio aldeano, Juan Francisco Monterroso, explica que el viaje surge por un contacto con un saharaui, concejal del municipio mauritano, que conocieron hace doce años. Pasado ese tiempo, se vuelve a poner en contacto con ASE para que conociesen la realidad de la población de Boutilimit y entablar algún tipo de cooperación. Una vez vista la realidad, «casi todo queda por hacer», indica Monterroso. Por ello, ASE y el ayuntamiento aldeano se han comprometido a mejorar las condiciones de vida de esta población castigada por el desierto del Sahara. «Nuestra situación es crítica. Lo que no tiene importancia en España, para nosotros puede ser de primera necesidad», explica el alcalde del municipio mauritano, Youssouf Ould Abdel Vetah.
Compromisos
Uno de los problemas que tiene esta población subsahariana es la falta de leche y de alimentos para niños y mayores. Por eso, se va a estudiar la posibilidad de poder criar cabras en esta zona. Juan Francisco Monterroso indica que se va a solicitar a la administración regional expertos para que hagan los estudios pertinentes para ejecutar la iniciativa. Se trata de un proyecto piloto en África. Si fuese viable, mitigaría el hambre y permitiría crear una producción para poderla vender. «Sería importante porque los niños podrían desayunar todos los días. Así, no sufrirían la escasez que han sufrido sus mayores», señala el alcalde mauritano.
Junto a este proyecto, el Ayuntamiento aldeano va a potenciar un hermanamiento con el pueblo de Boutilimit. Además, con el Fondo Extremeño Local de Cooperación al Desarrollo (FELCODE) se realizarán acciones de formación en agricultura y ganadería, así como en los procesos administrativos. Para ello, será necesario que expertos extremeño trabajen sobre el terreno mauritano. Además, sus responsables políticos también tendrán que viajar a Extremadura para ver el funcionamiento de las administraciones regionales.
A través de ASE se llevarán cisternas de agua y motores generadores de corriente eléctrica a través de energía solar para realizar pozos de sondeo. El objetivo es sacar agua para el riego. «Este hecho provocaría que hubiese herbáceos para que se alimentasen los animales», explica Juan Francisco Monterroso.
Junto a este material se enviarán ordenadores. El primer edil mauritano asegura que los equipos informáticos sólo se ven por la televisión o en revistas. «Cuando lleguen al municipio permitirá que los jóvenes aprendan la cultura del futuro», añade. También se enviarán máquinas de coser para que puedan trabajar las mujeres, así como ropa y juguetes para los más pequeños.
Otros de los proyectos importantes que va a poner en marcha la ONG extremeña es la instalación de una emisora de radio. Tendrá como objetivo concienciar a los ciudadanos de la importancia de la higiene y de las políticas sociales. Un ejemplo de ello es que la mayoría de los vecinos no tienen conciencia de mantener la ciudad limpia. Este hecho puede provocar enfermedades. Con la emisora de radio se puede sensibilizar de la importancia de la recogida de basura, además de mandar mensajes de esperanza.
Estos compromisos fueron adquiridos por el presidente de la ONG y alcalde de Aldeacentenera en una sala ante más de cuarenta personas. Entre ellas estaban representantes de la corporación municipal y de distintos colectivos vecinales. Todos ellos se ilusionaron al recibir la noticia. Las caras mostraban la alegría por ofrecer una luz de la esperanza a una situación crítica. El compromiso no sólo fue adquirido por el alcalde español, sino también por su homónimo mauritano. «Estamos muy concienciados del papel de la cooperación internacional. La ayuda que llegue se utilizará de forma coherente y precisa. Irá a las zonas más afectadas para que podamos progresar», explica Youssouf Ould Abdel.
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1/6/08
Solidaridad: Ayuda extremeña en energía solar para Mauritania
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