Public Service Enterprise Group Inc. planea gastar $20 millones para desarrollar dispositivos que comprimen aire a fin de almacenar energía, lo que permite producir electricidad a partir de turbinas de viento y celdas solares.
PSEG, de Newark, Nueva Jersey, dueña de la mayor compañía eléctrica del estado, anunció ayer una empresa conjunta con Michael Nakhamkin, un inventor cuyo sistema es usado en la única eléctrica norteamericana que almacena energía bajo tierra en la forma de aire presurizado. Cuando aumenta la demanda de electricidad, el aire del depósito es liberado para poner en acción una turbina de energía.
La tecnología, que trabaja como una batería, podría ampliar el uso de las plantas de energía renovable porque permite acumular superávits energéticos obtenidos cuando la luz solar o el viento son excepcionalmente fuertes. La empresa conjunta, Energy Storage & Power LLC, mejorará la tecnología del aire comprimido para tornar más eficiente la generación poco contaminante.
''Cualquier cosa que almacene energía a escala comercial es de enorme importancia'', dijo ayer en una entrevista John Gardner, profesor de ingeniería mecánica en la Boise State University, que no participa en la empresa. ``Puede cambiar totalmente las perspectivas económicas de los molinos de energía eólica''.
PSEG comercializará y licenciará la tecnología con las patentes de Nakhamkin, que es el director técnico jefe de la nueva empresa conjunta y trabaja en Basking Ridge, Nueva Jersey. Los sistemas pueden usarse para generar de 15 a 450 megavatios de energía, dijo en una entrevista ayer Nakhamkin. Un megavatio es suficiente para proporcionar energía a cerca de 900 hogares estadounidenses promedio.
La planta de 110 megavatios ubicada en McIntosh, Alabama, que se inauguró en 1991, usa compresores accionados por gas natural para almacenar aire que más tarde se usa para el funcionamiento de la turbina de un generador. Un diseño más nuevo hará que el sistema sea más limpio y más eficiente.
''Tecnológicamente, esto no es muy complicado'', dijo Arshad Mansoor, subdirector general del Electric Power Research Institute, de Palo Alto, estado de California, consultora de proyectos de almacenamiento de aire. ``Buscamos cosas que puedan hacerse a escala con un costo eficiente y puedan empezar a usarse en los próximos cinco a 10 años''.
Cerca de tres cuartas partes de Estados Unidos tienen formaciones geológicas que pueden usarse para almacenar aire comprimido, dijo Mansoor. Para el 2020 podría haber de 20 a 50 plantas de energía produciendo entre 100 y 300 megavatios cada una con la tecnología, añadió.
El diseño de Nakhamkin requiere una fuente adicional de combustible como el gas natural para contribuir a calentar y expandir el gas presurizado. No obstante, las plantas de energía que usan aire comprimido pueden producir tres veces más electricidad con la misma cantidad de gas que los generadores convencionales, dijo.
Generar electricidad de esta manera puede costar ''considerablemente'' menos comparado con las más avanzadas plantas de gas natural, dijo en una entrevista ayer Stephen Byrd, director general de PSEG Energy Holdings, división de PSEG.
Los altos precios de los combustibles fósiles, la campaña por un mayor uso de energía renovable y la preocupación por la dependencia estadounidense del petróleo extranjero impulsarán el mercado de almacenamiento de energía de aire comprimido, dijo Byrd. T. Boone Pickens, el inversor multimillonario de Texas, promovió un plan nacional de energía en julio que fue diseñado para reducir la dependencia estadounidense del petróleo extranjero mediante un mayor uso del viento.
''Pensamos realmente que esta es una tecnología que cambia el juego'', dijo Byrd.
Almacenar energía de esta manera funciona como los sistemas de las represas hidroeléctricas que bombean agua cuesta arriba, ahorrando la energía potencial para un uso posterior.
Ambos métodos complementan las plantas de energía nucleares, que pueden apagarse o encenderse tan fácilmente como los generadores de gas natural o carbón cuando la demanda cae, dijo Mansoor.
La planta de energía de aire comprimido en Alabama puede llenar una caverna subterránea con aire suficiente como para generar 110 megavatios para 26 horas, dijo Mansoor.
Una desventaja de la tecnología es la disponibilidad de adecuados espacios subterráneos de almacenamiento, dijo Gardner, que publicó un artículo sobre la tecnología el año pasado.
Energy Storage & Power podría licenciar su tecnología a eléctricas que busquen satisfacer apropiadamente la demanda energética o construir nuevas plantas de energía en cerca de tres años.
vía>>
PSEG, de Newark, Nueva Jersey, dueña de la mayor compañía eléctrica del estado, anunció ayer una empresa conjunta con Michael Nakhamkin, un inventor cuyo sistema es usado en la única eléctrica norteamericana que almacena energía bajo tierra en la forma de aire presurizado. Cuando aumenta la demanda de electricidad, el aire del depósito es liberado para poner en acción una turbina de energía.
La tecnología, que trabaja como una batería, podría ampliar el uso de las plantas de energía renovable porque permite acumular superávits energéticos obtenidos cuando la luz solar o el viento son excepcionalmente fuertes. La empresa conjunta, Energy Storage & Power LLC, mejorará la tecnología del aire comprimido para tornar más eficiente la generación poco contaminante.
''Cualquier cosa que almacene energía a escala comercial es de enorme importancia'', dijo ayer en una entrevista John Gardner, profesor de ingeniería mecánica en la Boise State University, que no participa en la empresa. ``Puede cambiar totalmente las perspectivas económicas de los molinos de energía eólica''.
PSEG comercializará y licenciará la tecnología con las patentes de Nakhamkin, que es el director técnico jefe de la nueva empresa conjunta y trabaja en Basking Ridge, Nueva Jersey. Los sistemas pueden usarse para generar de 15 a 450 megavatios de energía, dijo en una entrevista ayer Nakhamkin. Un megavatio es suficiente para proporcionar energía a cerca de 900 hogares estadounidenses promedio.
La planta de 110 megavatios ubicada en McIntosh, Alabama, que se inauguró en 1991, usa compresores accionados por gas natural para almacenar aire que más tarde se usa para el funcionamiento de la turbina de un generador. Un diseño más nuevo hará que el sistema sea más limpio y más eficiente.
''Tecnológicamente, esto no es muy complicado'', dijo Arshad Mansoor, subdirector general del Electric Power Research Institute, de Palo Alto, estado de California, consultora de proyectos de almacenamiento de aire. ``Buscamos cosas que puedan hacerse a escala con un costo eficiente y puedan empezar a usarse en los próximos cinco a 10 años''.
Cerca de tres cuartas partes de Estados Unidos tienen formaciones geológicas que pueden usarse para almacenar aire comprimido, dijo Mansoor. Para el 2020 podría haber de 20 a 50 plantas de energía produciendo entre 100 y 300 megavatios cada una con la tecnología, añadió.
El diseño de Nakhamkin requiere una fuente adicional de combustible como el gas natural para contribuir a calentar y expandir el gas presurizado. No obstante, las plantas de energía que usan aire comprimido pueden producir tres veces más electricidad con la misma cantidad de gas que los generadores convencionales, dijo.
Generar electricidad de esta manera puede costar ''considerablemente'' menos comparado con las más avanzadas plantas de gas natural, dijo en una entrevista ayer Stephen Byrd, director general de PSEG Energy Holdings, división de PSEG.
Los altos precios de los combustibles fósiles, la campaña por un mayor uso de energía renovable y la preocupación por la dependencia estadounidense del petróleo extranjero impulsarán el mercado de almacenamiento de energía de aire comprimido, dijo Byrd. T. Boone Pickens, el inversor multimillonario de Texas, promovió un plan nacional de energía en julio que fue diseñado para reducir la dependencia estadounidense del petróleo extranjero mediante un mayor uso del viento.
''Pensamos realmente que esta es una tecnología que cambia el juego'', dijo Byrd.
Almacenar energía de esta manera funciona como los sistemas de las represas hidroeléctricas que bombean agua cuesta arriba, ahorrando la energía potencial para un uso posterior.
Ambos métodos complementan las plantas de energía nucleares, que pueden apagarse o encenderse tan fácilmente como los generadores de gas natural o carbón cuando la demanda cae, dijo Mansoor.
La planta de energía de aire comprimido en Alabama puede llenar una caverna subterránea con aire suficiente como para generar 110 megavatios para 26 horas, dijo Mansoor.
Una desventaja de la tecnología es la disponibilidad de adecuados espacios subterráneos de almacenamiento, dijo Gardner, que publicó un artículo sobre la tecnología el año pasado.
Energy Storage & Power podría licenciar su tecnología a eléctricas que busquen satisfacer apropiadamente la demanda energética o construir nuevas plantas de energía en cerca de tres años.
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