15/8/08

En EE.UU., las grandes superficies se vuelcan a la energía solar

Las cadenas al detalle generalmente se ocupan de lo que hay bajo techo, no encima. Pero hoy las mayores empiezan a descubrir las bondades de sus vastas, chatas cubiertas como recurso a explotar. La clave se llama “helioenergía”.


En los últimos meses, Wal-Mart Stores, Kohl’s, Safeway y Whole Foods –entre otros- vienen instalando paneles solares para generar electricidad en gran escala. Esta repentina prisa tiene una razón: el plazo para recibir incentivos tributarios vence el 31 de diciembre (aunque quizá se prorrogue).

Hasta ahora, en general las cadenas han instalado panes sobre 10% de locales. Pero, a mayor plazo -suponiendo que el congreso amplíe aquel término y más estados ofrezcan sus propias desgravaciones-, la actividad prepara programas que, eventualmente, alcanzarán todos los techos de importancia.

Si bien no totalmente novedosa, la tendencia se acelera, pues las cadenas buscan ir disminuyendo el uso de la termoelectricidad basada en el carbón, que despide monóxido. En los próximos meses, por ejemplo, 85 locales Kohl’s se añadirán a los 43 que ya operan paneles solares. Macy’s tiene paneles sobre dieciocho locales y piensa llegar a 58 para fin de año. Safeway cubrirá entretanto veintitrés techos.

Wal-Mart, el mayor minorista norteamericano cuenta ya con diecisiete locales con paneles instalados o en ensayo. Aunque planea agregar otros cinco, muestra claro retraso ante los competidores, Por ese motivo, estudia un plan de mayores alcances que abarcará cientos de locales.

Todavía los expertos no pueden asegurar cuánta helioenergía generará este canal, pero creen que ayudará a reducir efectivamente la demanda de electricidad convencional. En muchas comunidades, los minoristas se hallan entre los mayores usuarios del fluido. Dependiendo de lugar y clima, los paneles pueden aportar 10 a 40% de cuanto precisa un local comercial. Si el gigante instalase paneles en toda la red Wal-Mart y Sam’s Club, su suma equivaldría a 65 km2 de superficie.

Generar electricidad del carbón cuesta alrededor de nueve centavos de dólar por kilowatio/hora, contra nueve si se usa gas natural. En comparación, los paneles solares cuestan un mínimo de 25 centavos/kwH. Pero las cadenas creen que pueden mejorar las economías de escala. Si, además, los precios del carbón y la electricidad siguen firmes, la helioenergía podrá competir, sobre todo si los gobiernos aplican más restricciones a los combustibles fósiles.

La mayoría de esfuerzos se centra en California, Nuevo Jersey y Connecticut, debido a los incentivos locales. En cuanto a los reembolsos tributarios federales, el congreso suele dejarlos expirar en diciembre para renovarlos poco después. Es un mecanismo poco sensato y explica por qué los minoristas de Europa occidental estén muy adelantados: sólo en Alemania hay concentraciones de panele visibles desde satélites.

Las cadenas en EE.UU. suelen comprar su propios sistemas helioenergéticos, que cuestan entre cuatro y seis millones para un local tipo Wal-Mart. A veces, se asocian con una compañía eléctrica que se hace cargo de los costos básicos y facturan en forma diferenciada.

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